Después de años en el gimnasio, comparto mis 2 nefastas experiencias:
1.- Decidí, después de mucho tiempo, volver a hacer una clase de step. Ya cuento con experiencia en este ejercicio y no soy nuevo.
Después de reservar la plaza en la clase, entro y lo primero que pregunta el monitor es si hay alguien que sea la primera vez haciendo step. Evidentemente no levanté la mano.
Para los que no lo sepan, el ejercicio consiste en una coreografía básica a la que se van añadiendo poco a poco, según si la gente ha cogido y puede repetir los pasos anteriores, un nuevo paso. Y así completar el tiempo que dura la clase. El monitor hizo la salvedad que si alguien se perdía, que por favor no se quedara parado.
Pues bien, comienza la clase, y a los pocos minutos la coreografía, lejos de ser básica, consistía en incluir múltiples pasos nuevos en cada ciclo. Algo que era prácticamente imposible de seguir.
Los pasos nuevos además, incluían poses y piruetas muy feminizados, con unos giros y unos saltos que bien pudieran ser de bailarina profesional.
Evidentemente no pude seguir la clase y me quedé con ejercicios muy básicos. Algo de lo que el monitor debiera haberse percatado, pero él continuaba a un ritmo altísimo y con una coreografía cada vez más femenina. Pensé «este monitor está bailando para su público» o «estará entrenado para ser bailarín del cuerpo de baile de Shakira o Beyoncé». Y me frustré.
Yo no pretendía ser bailarín profesional, solamente quería pasar 50 minutos quemando calorías al ritmo de la música. Me quejé al jefe deportivo y me dio la razón (muy diplomático), y que estaban estudiando la posibilidad de crear niveles.
Le dije que muy bien, pero que el step no debería de contar con poses femeninas; es un ejercidio para todos los públicos, y que después nos quejamos de que en esas clases no entren hombres. Que intentara entrar en la clase que daba otro monitor, al perecer mucho menos «duro». No he visto esos niveles en step, con lo cual no he vuelto a dar una clase, y he perdido el interés.
2.- Mi fisio me recomendó estirar los tibiales de las piernas, y después mis ejercicios en la sala de fitness, me decidí a estirar en la zona que tienen habilitada para ello. La zona no es precisamente una buena zona equipada con material para realizar estiramientos, pero bueno… me adapto.
El caso es que cojo mi esterilla, coloco la toalla en ella, me siento y me descalzo para poder sentarme sobre mis pies y realizar los estiramientos. Es en ese momento cuando uno de los monitores de sala me viene y me dice «perdona, no te puedes quitar los zapatos». Me los pongo, termino de estirar y me dirijo a él para preguntar el por qué. Y me dice, «es que son las normas del gimnasio», y le digo, pero me tendrás que dar una fundamentación de esas normas no?, o es que es sí porque sí?. Y me dice, es que es por seguridad, porque si se te cae una pesa o te pisan el pie, no lo cubre el seguro. Y le digo, estoy estirando en la zona que tenéis habilitada para estirar, ahí no hay pesas, además también me pueden pisar una mano no? entonces no me lo cubriría el seguro?. Y me dice, es que son las normas, al igual que tampoco dejamos entrar sin toalla o con bolsas, porque la gente puede llevarse material en ellas. Y le digo, lo de la toalla lo entiendo porque es por higiene, y lo de la mochila también. Es lógico. Pero… no puedo realizar este ejercidio de estiramiento entonces en este gimnasio no?. Y se encogió de hombros, como diciendo… «yo cumplo lo que me dicen».
Para los que no lo sepan, en esa misma zona de estiramientos, que además es zona de paso, realizan clases de unos 15 minutos para abdominales, caderas, entrenamiento funcional… y claro, mi enfado fue en aumento porque además de utilizar una zona de paso para dar una clase, encima el que pasa sí que puede pisarlos o tropezarse y caerse, pero claro eso sí lo cubriría el seguro.
Total que no puedo hacer step sin sentirme Jenifer López, ni puedo estirar los tibiales. Pues al menos que me descuenten la parte proporcional de la cuota, no?. O me tengo que ir a otro gimnasio.