Centro Deportivo Supera Rivas La Luna – Rivas-Vaciamadrid

Polideportivo muy completo, perfecto gracias a las actividades para niños que se coordinan para que cuadren con la de los adultos. La piscina esterior Está muy bien con mucha zona amplia para estar lo único malo las pocas sombras de las que dispone

Muy buen centro deportivo, con las piscinas tanto exteriores, ( grande y pequeña) con zona de césped artificial. Como piscinas interiores climatizadas y actividades con monitores por un precio muy asequible para la familia. Muy buena con páginacion de las clases de niños para poder entrenar los padres.

Les pongo una reseña porque es lo mínimo que les puedo poner. Llevo a mi bebé a la piscina a clases de natación. El agua está bastante fría, no alcanza los 24 grados legales de temperatura ni de lejos. Día tras día veo bebés tiritando en el agua y padres marchándose de la clase. Después de poner una reclamación contestan que la temperatura está dentro de los rangos «legales» y que no la pueden subir. Señores ese agua no llega a 21 grados, se pongan como se pongan. El próximo día, nos llevaremos el termómetro y a ver si con una foto acceden a subir la temperatura y cuidar la salud de nuestros hijos.

Nos han encantado las instalaciones, pero sobre todo gracias a la chica de recepción (Andrea) que nos ha informado de mil amores

He sido usuaria del Centro Deportivo Supera Rivas La Luna durante años, y mi paciencia ha llegado a su límite. Es un completo desastre. Entrenar allí es prácticamente imposible a menos que tengas la suerte de poder ir a primera hora de la mañana y, por lo que he leído en otras reseñas, ni aún así. Durante el resto del día, el lugar está tan lleno de gente que es imposible usar cualquier máquina o reservar una clase. Vamos a hablar del tema del AFORO (problema con el que se llevan encontrando años y con el que no hacen absolutamente nada), o más bien de la falta de transparencia al respecto. He preguntado en repetidas ocasiones cuál es el límite de aforo máximo, una información esencial que se supone que deberían proporcionar a los consumidores. Pero, sorpresa, nadie parece saberlo ni saber en qué documento facilitártelo. Según el personal, solo el jefe de sala tiene esa información, pero claro, en ese momento, no estaba. Estoy casi convencida al 99% de que el lugar supera ampliamente su capacidad. El ambiente en la sala de fitness es simplemente insoportable: calor, olores nauseabundos, y una total falta de espacio. Ninguna máquina libre, grupos de chavales al rededor de las mismas pasándoselo de lujo, solos, sin supervisión y, por supuesto, sin dejar espacio para que los demás entrenemos. Los pasillos y vestuarios están tan repletos de gente que es como navegar en un laberinto. Y luego está el tema de los menores. A pesar de mis comentarios, el personal me asegura que ningún menor está haciendo ejercicio sin supervisión. ¡Pero qué mentira! A diario, se ven adolescentes que no tienen ni idea de lo que están haciendo (como es lógico) ocupando máquinas, haciendo mucho jaleo, y dejando todo el material tirado en el suelo. ¿Qué pasa con la seguridad de estos chavales? ¿Y qué pasa con nuestra comodidad? Pues parece que el centro deportivo no se da cuenta de esto. La solución que me dan en el momento es que puedo entrenar al aire libre, en el espacio exterior que tienen habilitado para ello. Pero, en la práctica, se ha convertido en un parque infantil y tampoco podemos disponer de ese espacio. Por si fuera poco, ni siquiera podemos reservar clases dirigidas debido a la multitud. Y el día que consigues ir, tienes que seguir la clase “pegada al cristal”, porque no hay espacio suficiente para todos los usuarios que han reservado esa clase. Espero sinceramente que el centro deportivo tome medidas para que podamos volver a disfrutar de una experiencia decente en este lugar. Es una pena que con las instalaciones y el espacio que tienen lo estén gestionando tan mal y haya tanta gente tan descontenta. El Centro Deportivo Supera Rivas La Luna necesita un cambio urgente, y necesita hacerlo ya.

Lo único que dirán ante una queja es que lo sienten y que el aforo es el permitido, pero siguen sin solucionar aquello que los usuarios llevan años pidiendo. Las máquinas son insuficientes y la cantidad de gente a ciertas horas hace casi imposible entrenar de forma eficiente. Una pena, porque el gimnasio es grande y tiene diferentes instalaciones que no están mal, pero con detalles como los que comento hace que uno se plantee si merece la pena seguir dada de alta.

Siempre está lleno y hay que pelearse por utilizar las máquinas o usar la misma 4 personas a las vez. En la parte de arriba siempre hace muchísimo calor y en la zona de calistenia de fuera faltan unas pesas de 10kg desde hace meses porque fueron robadas y no las reponen. Aparte hay un total descontrol con los niños pequeños que campan a sus anchas por la zona de hacer ejercicio sin que los padres digan nada, molestando a los que si que entrenamos y cogiendo material pudiendose hacer daño a ellos u otros del entorno. Con todo lo que se paga me parece lamentable la falta de equipamiento.

Es una pena ver como cada año el gimnasio se degrada más. Las instalaciones son muy completas a nivel de oferta y servicios, y ahí acaba lo bueno. Durante la semana, en la sala de Gimnasio hay más de 250 personas a la vez en las franjas de 9-13 y de 17-30. Excepto el domingo a última hora, el resto de días y horarios está a rebentar. Deberían limitar el número de abonados, porque ahora mismo se les ha ido de las manos. Los monitores de la sala están más tiempo hablando con conocidos que haciendo su trabajo (difícilmente les veas en su sitio). Cada vez hay menos máquinas y en peores condiciones. La limpieza brilla por su ausencia. Y así, podríamos seguir analizando este horror de Centro Deportivo. En definitiva, se aprovechan de que no hay ningún Centro parecido en este barrio.